28/1/20

CONCENTRACION



Concentrarse en una idea o cosa, es colocarla ante nuestra atención y contemplarla, en todo y en parte, sacando de ella hasta los menores detalles.
 Concentrarse es un acto, es sincronizar el pensamiento con la acción evitando todo derroche de energías físicas o
mentales.
 Debemos practicar la concentración a fin de establecer una disposición o tendencia de modo que todas nuestras ideas se polaricen por ella. 
Así llegamos al convencimiento de que todos los pensamientos que constituyen nuestra base mental,tienen mucha más importancia que aquellos pensamientos esforzados que sostenemos en los momentos en que tratamos asuntos que requieren especial atención.
La voluntad dirige el pensamiento y crea la disposición necesaria a un período de tiempo o a una empresa determinada. Entendido esto,  también puede convertirse en una persona de vigorosa concentración.
En la práctica diaria de los actos más simples reside el principio de su aprendizaje.
Desde hoy comience a reparar en todas las pequeñas cosas sin malgastar sus poderes en ociosos pensamientos, emociones o acciones. No haga ninguna cosa mientras esté pensando en otra, recordando siempre que el pensamiento y la acción deben ir unidos,tan estrechamente que no dejen cabida a interferencia alguna.
Evite toda acción inútil o superflua así como también todo pensamiento ocioso.
En lo corporal, los pequeños malos hábitos como entrechocar las rodillas, apretarse los dedos para hacerlos crujir, etc., deben ser desterrados por usted.
A continuación encontrará algunos ejercicios que deberá practicar a diario y que constituirán un valioso aporte a su desarrollo mental y físico.
 Busque para ellos un lugar apropiado de su casa.
 Su cuerpo es un disco emocional que registra sus propias creencias e impresiones, ordénele relajamiento y él le obedecerá.
 En cuanto a su mente, líbrela de la irritabilidad de la vida diaria, será un gran aporte a su mejor concentración.




1er. Ejercicio


En un lugar apropiado, donde nadie lo moleste, tome un reloj y colóquelo tan lejos de su oído, como le permita seguir oyendo el tic-tac de su máquina.
Cierre los ojos y concéntrese en este ruido todo el tiempo que pueda, 50 segundos, 1 minuto, 2 minutos, tal vez no le sea posible al principio pero gradualmente irá aumentando su poder de concentración. 
Piense en el reloj y no lo aparte un instante de su mente,
piense en su configuración exterior, vaya luego a la constitución de su maquinaria, vea las
piezas moverse, sin perderle un momento. 
Practique por lo menos una vez al día este ejercicio.

2do. Ejercicio


Antes de iniciar la práctica de este ejercicio, debe elegir cuidadosamente cuál será el objeto de su concentración y por cuánto tiempo se propone sostenerla. 
Hecho esto dígase: "Voy a fijar la mente sobre tal o cual cosa durante diez minutos y en todo ese tiempo no tendré nada que ver con ninguna otra cosa".
Le daremos un ejemplo de este ejercicio: Supongamos haber decidido concentrarnos en un perro, muy conocido para nosotros, ya que este es un factor primordial.
 Tratando en lo
posible de seguir un orden de cosas, pensando todo lo que queremos y podamos relacionarlo con él; sin perder en ningún momento la imagen de nuestro perro.
A fin de servir mejor a nuestro propósito, a través de este ejemplo, observaremos rigurosamente las tres leyes del pensamiento.
Objeto y clase: Este perro es un animal, pertenece a los vertebrados, es cuadrúpedo, mamífero, pilífero, etc. Otros miembros de su especie son: la jirafa, la vaca, la oveja, el
caballo, el conejo, el burro, el elefante, y así sucesivamente establecemos mentalmente todos los animales que se asemejen a nuestro perro, sin sentirnos satisfechos hasta haber podido extraer todo posible pensamiento en cuanto a semejanza y diferencias con
los otros animales que desfilan por nuestra mente.
Pasamos enseguida a otra vía del pensamiento: El todo con la Parte. Teniendo a nuestro perro siempre presente en la imaginación, tomamos una parte de su cuerpo; la cabeza, luego las patas delanteras, etc. Concentremos nuestra atención en sus ojos, pensamos
en la forma, el marco formado por los párpados, los distintos colores que lo componen, etc
Tendremos especial cuidado en no inventar lo desconocido, tratando solamente de ahondar con nuestra imaginación lo conocido.
Así por ejemplo; si nunca nos detuvimos a observar cuánto dedos tiene el perro en sus patas delanteras, no pensaremos caprichosamente en una cifra cualquiera.
Continuaremos con sus forma, color, características de sus movimientos, etc.
Cualidad y familiaridad: Esta ley está relacionada a las más notables experiencias que nos son familiares, y tiene más que hacer con la imaginación que con la observación lógica. 
Así nuestro perro es fiel, es nuestro mejor amigo. 
Su casa está pintada de colorado y blanco, la conserva en orden y aseada.  


3er. Ejercicio


Siéntese tranquilo en su cuarto y observe cuidadosamente. En riguroso orden mire lo que tiene al frente. De izquierda a dercha, observe atentamente los objetos adheridos a la pared, los muebles y los objetos que se encuentran entre ello.
 Mírelos con atención uno por uno sacando el máximo de detalles en cuanto a: formas, colores, contornos, ubicación, etc. 
 Ahora cierre los ojos y describa con la mayor cantidad de detalles cada una de las cosas vistas.
Pase ahora a la pared de la derecha y haga la misma operación, luego a la otra, y después a la otra. El techo y el piso serán más fáciles pero no por ello dejará de prestarles atención.
Ahora salga de su cuarto.
  Concéntrese nuevamente en el mismo orden en que las vio repase todas las cosas que se encuentran allí dentro.
Practique a menudo este ejercicio por ser de especial utilidad.


4to. Ejercicio


Esta vez ejercitará con cosas abstractas, hechos vividos por usted mismo.
 Tome por ejemplo el día de ayer y recuerde imaginariamente toda la experiencia vivida desde que se despertó por la mañana. Siga paso a paso todos los incidentes, tratando de revividos otra vez con todos sus detalles de la manera más perfecta que le sea posible.
Concéntrese totalmente, y si su mente se desviara en algún momento por efectos de una distracción, comience de nuevo desde el principio.
Permanezca sereno y flemático, no dé muestras de impaciencia o descontento y resista todo derivativo externo del pensamiento.


Todos y cada uno de estos ejercicios le ayudara a ejercitar la memoria y por ello la concentración .
Normalmente dejamos fluir la vida sin prestar atención a todo aquello que esta pasando a nuestro alrededor y no retenemos consciente mente con lo cual no queda  anclado en nuestra memoria.
Es aconsejable llevar una u dos practicas de las aquí mencionadas .



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